Inés M. Michel*
Uno de los encantos del cine mudo deriva de que
los hechos que nos son
presentados se imponen
con la fascinante certeza
de lo irremediable.
Nada puede cambiar.
En las películas
actuales,
las personas hablan. Por
poco que sea,
parece que su palabra
puede modificar el curso
de las cosas y que se
precisa poco para que lo haga.
El expresionismo alemán
nos regaló una estética sin precedentes que ganó un lugar importante en la
historia del cine, representando lo surreal, los sueños y los fantasmas del
imaginario social en imágenes torcidas, sombras alargadas y figuras envueltas por
penumbra que fueron apoyo fundamental para una narrativa que establecería
muchos de los paradigmas del cine de terror.
Das Cabinet des Dr. Caligari (El gabinete del doctor Caligari, Robert Wiene, Alemania, 1920),
considerada como la primer película expresionista de la historia, se convirtió
en un referente indiscutible del movimiento alemán que contribuyó a una época
dorada del cine, donde exponentes como Fritz Lang, filmaron inolvidables
secuencias que influyeron a todo el cine occidental, y a los nuevos géneros que
se explorarían a partir de ahí.
Estéticamente, es fuente de análisis profundo y detallado, que nos lleva a deconstruir la atmósfera lograda por el filme, no en vano considerado como uno de los mejores en el género del terror de todos los tiempos.
Estéticamente, es fuente de análisis profundo y detallado, que nos lleva a deconstruir la atmósfera lograda por el filme, no en vano considerado como uno de los mejores en el género del terror de todos los tiempos.
Hermann Warm,
quien había trabajado en escenarios para un teatro militar, fue el encargado de
diseñar con la ayuda de los pintores Walter Reimann y Walter Röhrig, los sets y
los decorados para esta historia.
La exploración los
llevaría a pintar luces y sombras en las paredes y los pisos del set, así como
a utilizar lienzos detrás de los actores como fondo.
Pero más allá de estos
logros técnicos, el interés de mi trabajo es analizar el fenómeno espacial
logrado en el filme y llevar dicho análisis hasta una cinta contemporánea que
retoma los ambientes sombríos que magistralmente dibujara en 1920 el filme; me
refiero a Batman: The Dark Knigth (Batman: El caballero de la noche,
Christopher Nolan, Estados Unidos, 2008).
Batman, el personaje
gótico por excelencia, conocido a nivel de masas, representa a uno de los
antihéroes más idolatrados por la cultura popular, y Gotham City (Ciudad
Gótica), la ciudad ficticia del universo de DC Comics donde sucede la mayor
parte de la historia de Batman, basa su arquitectura en Nueva York, pero
exagerando y oscureciendo sus características.
¿Cómo relacionar la
estética y la espacialidad de un filme como el de Wiene, con la película que
inmortalizara a Heath Ledger como el inolvidable Joker, personaje que lo
llevara al colapso y según algunos, a la muerte?
Ese es el reto planteado,
partiendo del cine para aterrizar en un espacio tangible y cercano, presente en
la realidad tapatía, que hace un
particular homenaje a la cinta alemana; se trata de Caligari, un café cultural,
que logra además de homenajear a la película homónima, recrear el ambiente
onírico y sombrío de la cinta.
Expresando a Caligari
Isaac Padilla, fanático
de la película alemana que da título a este trabajo, es el creador de un
concepto que retoma la estética de tan particular filme, plasmada en Caligari Café,
un espacio ubicado en la calle Juan Manuel, de Guadalajara, Jalisco.
No hay más que pararse
afuera de este establecimiento para iniciar un viaje sensorial que nos
introduce paso a paso en el ambiente lúgubre, de paredes que se inclinan,
sombras que se alargan y contornos distorsionados; pensado para darnos la
bienvenida a un mundo oscuro y fascinante a la vez.
En la casa de una sola
planta, se adaptaron los espacios disponibles para que cada uno de ellos sea
representativo del estilo que se quiso evocar; una serie de elementos
decorativos, así como detalles en los menús y las mesas complementan a la
perfección el espacio, pero por ser los elementos arquitectónicos y la
percepción espacial lo que más nos atañe en este momento, nos centraremos en
estos elementos.
Dividida
en tres áreas principales abiertas al público y dos más de uso exclusivo para
el personal, la distribución del espacio, nos lleva de una habitación a otra
por estrechas puertas que nos introducen en la distorsión de la arquitectura que
deviniera en un estilo distinto, originado por la fusión de lo gótico con el
expresionismo alemán. Al respecto David A. Becerra, nos explica:
El expresionismo es una corriente artística de principios del siglo XX,
que se oponía al impresionismo y al naturalismo en su forma de representar la
realidad, intentando expresar la visión interior del artista. En Caligari Café,
la atmósfera sombría y pesadillesca hace un inteligente homenaje a una pieza de
culto del cine mundial.
(…) En El Gabinete del doctor Caligari, observamos una impresionante
deformación espacial de las formas, un manejo similar a las propuestas
realizadas en las grandes catedrales góticas de Europa.
La llegada de Batman a la escena
Si bien, parece claro que
estéticamente la propuesta de El gabinete
es excéntrica y onírica, aún tenemos el último punto por enlazar, la
atmósfera de una película contemporánea, que quizá pareciera desconectada de
aquel año de 1920, Batman: El caballero
de la noche.
Realizada en 2008, a
cargo del director estadounidense Christopher Nolan, esta súper producción se
convirtió en un éxito inmediato de taquilla y reafirmó a la franquicia del
antihéroe como una de las más redituables.
[Continuará...]
[Continuará...]
*La Otra I
[atea, vegana, feminista,
lectora irredenta
a la espera del apocalipsis zombi
que dará sentido a mi existencia]
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